Episodio T2x04 Y parecía fácil… Salir de casa

Hoy compartimos micro y espacio con una invitada muuuy especial: nuestra hija, Inés de Arce.

Inés tiene 21 años, es actriz y acaba de mudarse a Madrid, aunque vive sola desde los 18 años. Y en este episodio viene a presentarnos su propia experiencia y perspectiva acerca de:

👉 Cómo es independizarse siendo joven. 

👉 Qué sensaciones se originan antes y después de salir de casa.   

👉 Cuáles son las observaciones de vivir de manera independiente en relación con lo económico, lo intelectual y lo emocional. 

Así como cuáles son los 3 consejos claves para quienes están pensando en independizarse y para los adultos envueltos en promover ese cambio.

Más abajo en esta página te dejamos el extracto de la entrevista y te animamos a seguir la conversación en los comentarios contándonos cómo estás gestionando tu salida de casa, cómo la has vivido o incluso si estás acompañando a alguien a dar el paso.

Inés, ¿parecía fácil salir de casa?

Pues sí, parecía fácil. O sea, a mí me parecía fácil. 

Económicamente, no tanto. 

Pero sí me parecía fácil emocionalmente. Y por las ganas que tenía.

En Argentina es muy común independizarse a muy temprana edad. Pero en España es más frecuente seguir viviendo con los padres a los ventipico o treinta años. ¿Cómo lo sentías en tu caso?

Yo sentía que necesitaba empezar otra cosa. 

Creo que siempre he querido vivir sola y siempre he disfrutado mucho la soledad. 

Pero según iba avanzando y acercándome a los 18, la necesidad de irme, de poder tener mi casa y mis normas y hacer un poco lo que quisiera, iba aumentando.

Y creo que también se notaba en la relación y en la convivencia. 

Todos íbamos necesitando nuestro espacio. Yo podía poner mis normas y vosotros no sentir que no me estabais dejando ponerlas. 

Así que sí, era una necesidad que iba en aumento.

¿Y tienes la sensación de que eso también es así para la gente de tu edad que conoces?

Noto que todos, en un punto, tienen una necesidad de hacer lo suyo y de poner sus reglas. Y que cuando tienen la oportunidad de vivir un poco a su aire, la disfrutan. 

Pero hay una dificultad de irse. Y en algunas incluso una comodidad. Tampoco quiero decir que todo el mundo es como yo y se quieren ir, pero no se atreven. No. Hay algunos que realmente viven muy bien y están muy cómodos. Y no tienen ninguna prisa por vivir solos.

 ¿Cómo era tu relación con la comodidad e incomodidad, antes y después de salir?

A ver, yo vivía muy bien con vosotros. ¡Eso quiero que conste!

Pero creo que la convivencia y nuestra vivencia en esa casa se iba volviendo más incómoda según avanzaba el tiempo y se acercaba el momento en el que yo me iba a ir y vosotros también.

Entonces, esa unión de que todos sentíamos la necesidad de movernos de donde estábamos (había habido una pandemia y habíamos vivido todos ahí tres meses), siento que hizo que la incomodidad aumentara

No a malas.

Pero sí en una manera que nos permitió irnos sin llevarnos todo ese peso, de todo lo bien que habíamos estado ahí.

Creo que pudimos (al menos yo) soltarlo más fácilmente.

Porque esa comodidad y esa alegría que habíamos tenido en ese sitio ya no era el presente. 

Entonces creo que en ese sentido aumentó la necesidad de irse, pero de una manera que fue fácil.

¿Cómo ves esta autonomía de vivir sola con respecto a lo económico y a las decisiones sobre la vida? ¿Observas una diferencia en relación con tus amigos o con la gente que no ha salido de casa?

Sí, yo sí.

De hecho, creo que ahora, según se han ido yendo por Erasmus o por lo que sea, se ha calmado un poco esa sensación. O ya me he acostumbrado (supongo). 

Y también ahora en Madrid estoy más rodeada de gente que todos se han tenido que ir. 

Pero cuando me fui sentí que di un salto mental, que la gente a mi alrededor no lo había dado.

No porque de repente fuera superinteligente, sino solo por las circunstancias y por tener que encargarme de las cosas.

Y entonces me cuestionaba:

“¿Pero cómo no entiendes esto?”

Ahora es un poco como irónico cuando se van yendo y lo van entendiendo. 

Esa cosa que de repente todo es más difícil porque te tienes que hacer la comida, tienes que limpiar, se acumulan los platos en el lavavajillas, tienes que volver a tender la ropa… Cosas muy del día a día, pero que al final te llenan tiempo y espacio mental

Y que si no, pues no las piensas porque alguien te las hace. 

Era como: 

“¿Cómo no se dan cuenta de lo intenso que es esto y de lo que agobia?” 

Y yo y las chicas que también se habían ido a vivir solas, ahora podemos comentar: “ahora entienden. Ahora saben lo que agobia. Ahora ven cómo se junta todo”.

¿Cómo sientes en tu generación que está en relación con el mundo de valorar todo lo que hay que hacer para ser autónomo y para generar autonomía a otros que están cerca?

Siento que hay una comprensión teórica más grande que en generaciones anteriores. 

Un teórico respeto por el mundo de los cuidados, que generalmente hacen las madres, que es real. 

Hay un pensamiento sobre eso y un intento de que sea una repartición paritaria. 

Pero siento que hay una realidad práctica que no sé hasta qué punto es fácil de entender hasta que no tienes que encargarte tú de todo. Y que noto en amigos o amigas que igual no notan tanto en sus madres o en su familia. 

No sé hasta qué punto es posible darse cuenta de eso, hasta que tú no tienes que hacerlo

Porque incluso yo, que vivía en una familia muy feminista y consciente todo el tiempo, no era capaz de darme cuenta hasta que tuve que hacerlo yo misma.

Emocionalmente, ¿cómo de difícil fue el previo al cambio? ¿Y cómo están siendo los daños colaterales de ese cambio en cuanto a un vínculo familiar?

Voy por partes. 

Antes de irme en mi mente era fácil. No había una respuesta emocional. Me decía: 

“Yo quiero hacer esto. Lo llevo queriendo desde que tenía 14”.

Entonces, en el antes, emocionalmente no sé si ni siquiera lo estaba pensando

Pero era como: 

Vamos, vamos, vamos, vamos, vamos y ya está. Y si me paro a pensar en lo demás quizá no lo voy a hacer”. 

Ni siquiera estaba en el campo de mi cerebro. 

Por otro lado, me acuerdo de un momento cuando estábamos recogiendo todas las cajas y haciendo las maletas. 

Mi habitación no parecía la misma. Yo estaba sentada en la cama llorando un montón pensando que ya nunca iba a volver a vivir ahí. 

Vosotros también os ibais. Entonces no iba a tener la casa para volver. 

El sitio donde había sido mi infancia, con todos esos recuerdos familiares que te surgen en ese momento, todo ese montaje de cosas bonitas que aparecen en tu cerebro eliminando todo lo demás ya no iban a estar. No iba a ser en ese sitio. 

Pero recuerdo decirle a mi madre: 

“Soy consciente de que esto es ahora. Que estamos recogiendo y que en una o en dos semanas, cuando esté en el piso montado y yo esté viviendo sola, esto va a ser como un recuerdo lejano y voy a estar contenta de estar ahí”. 

Creo que eso también es algo que he aprendido de irme.

Y que lo he vuelto a aprender aún más de forma consciente en esta segunda mudanza a Madrid. 

Dejar el piso en el que también tenía un montón de recuerdos de irme por primera vez, de estar con mis amigas, de estar con mi novio… Y ahora irme a otra ciudad, a la aventura y a compartir piso. Y no estar sola. 

Otra vez era la sensación de: «no voy a volver a estar en este piso«. 

Pero tenía esa memoria de: 

Vale, pero eso son dos días y luego van a venir otros recuerdos mejores que te van a hacer acordarte con cariño de lo anterior. Pero vas a estar contenta de estar viviendo lo nuevo”. 

Y, aunque emocionalmente era duro pensar que se acababa esa etapa, creo que algo de eso me ha dado ligereza a la hora de poder tomar decisiones sobre mi vida que antes no tenía

Pues yo era muy de: “no voy a soltar nunca nada. Todo lo que ha pasado en mi vida lo voy a llevar conmigo eternamente”. Y ahora no tanto.

Y, para terminar, 3 consejos para quien está pensando en salir de casa y para los adultos a los que les toca promover ese cambio.

Inés: 

Intentar pensar en todos los cambios que ha habido en tu vida a propósito o no. 

O sea, hayas querido tú que existan o no. 

Y pensar que, si después de esas cosas has podido ir a mejor, irte solo

100 % va a ir a mejor. Porque es algo que realmente quieres hacer y que te va a venir bien. 

Así que ánimo.

Juanjo: 

Mirar hacia dentro y prepararte para soltar emocionalmente

Ver desde qué lugar estás agarrando a la otra persona. Y hacer todo ese trabajo de preparación para fluir con ese cambio. 

Para poder danzar un poco ese cambio, en lugar de inconscientemente estar agarrando todo para que nada se mueva de lugar.

Mariana: 

Pensarlo antes.

O sea, que no sea como:

“Ah, llega el momento”.

Porque si no, hay una dureza muy grande para quien está creciendo en de pronto ahora ya eres adulto. Y de pronto empieza la exigencia, cuando nunca antes se ha generado un espacio de autonomía para que eso pudiera ir desarrollándose. 

Entonces pensar mucho en esta cosa de generar justo en estas cosas muy básicas de:

  • qué hacer con tu ropa;
  • cómo poner una lavadora;
  • lavar los platos;
  • cómo manejar tu dinero;
  • cómo gestionar tu tiempo de algunas maneras…

Ir ayudando para que esa autonomía se vaya generando muy previamente a que llegue el momento en que lo tienen que hacer solos. 

Porque si no, lo que vemos también muchas veces es angustia de: 

«De pronto, de un día para otro, tengo que ser adulto y no tengo ni idea de cómo se hace esto«. 

Y creo que ahí quienes somos adultos podemos ayudar mucho si permitimos esa autonomía muy previamente y nos retiramos del sitio en aquí estoy yo, con toda mi autoridad, haciéndolo todo y diciendo cómo tiene que ser todo.

Recursos mencionados

  • Voz introducción: Eva Guillamón. Actriz, docente, intelectual, fotógrafa, cantante y escritora. En su ecosistema se imponen la música y la poesía, sea como se llame la profesión que se apoya por igual en el canto y la palabra. Puedes conocerla mejor en su Instagram y su web
  • Música: Hugo Torres. Actor, músico, compositor musical y director artístico de la compañía Voadora. Puedes conocer más su trayectoria en la web de Voadora y en su canal de Spotify. También conocerlo mejor en su Instagram

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