CLASE GRATUITA
25 FEBRERO 18:00 Hs.
Miedo a la exposición
Tres ajustes mentales para atravesarlo
Da el primer paso para silenciar el miedo constante a ser juzgada y reemplazarlo por un sistema nervioso en calma y una presencia que irradia.
Me puedes haber visto en...
No puedes construir una carrera sólida o relaciones auténticas mientras te dices: “No estoy preparada, no soy suficientemente buena, si destaco me van a criticar, quién te has creído que eres, no te lo mereces, te falta mucho para estar a la altura, no tienes nada nuevo que decir, si te muestras te van a hacer daño, ser visible es peligroso.”
Vivir con este miedo constante de ser juzgada o atacada, puede bloquearte, empequeñecerte y hasta paralizar tu crecimiento como profesional.
El miedo escénico y los nervios que genera han sido objeto de estudio durante cientos de años. Pero es mucho más reciente y escasa la investigación acerca de cómo impacta la socialización de género en el grado de ansiedad ante la exposición.
Llevo más de veinte años trabajando en espacios de artes escénicas, específicamente con creadoras. Y eso me ha dado una posición privilegiada para detectar los bloqueos derivados de nuestra socialización particular y herramientas para atravesarlos.
La clase te va a ayudar si...
- Sientes que el miedo a ser juzgada te frena a la hora de hablar, compartir tu trabajo o mostrarte en redes.
- Evitas oportunidades profesionales o personales por temor a la crítica o al rechazo.
- Te percibes rígida o “falsa” en contextos de exposición social o en reuniones para ofrecer tu trabajo
- El miedo a exponerte hace que negocies mal o bruscamente tus acuerdos de trabajo o personales
- Te tensan y agotan los eventos sociales o profesionales y por eso tiendes a evitarlos, perdiendo oportunidades de que te conozcan.
Mariana González Roberts
Mentora de mujeres líderes
Llevo más de 20 años ayudando a mujeres a entrenar habilidades para hacer crecer su autoliderazgo, su poder personal y su impacto.
Déjame mostrarte cómo podés hacerlo vos también.
Con más de 24 años de experiencia, he dedicado mi vida a crear espacios para que mujeres líderes descubran y ocupen su autoridad real. Mi misión es desarticular los hábitos aprendidos que llevan a muchas mujeres a empequeñecerse o desmerecer sus propios logros, ayudándolas a reclamar el lugar que les corresponde con confianza y autenticidad.
A lo largo de mi carrera, he tenido el privilegio de trabajar junto a cientos de mujeres extraordinarias: desde empresarias de éxito y líderes políticas hasta directoras de proyectos culturales, emprendedoras visionarias, ejecutivas corporativas, artistas reconocidas, terapeutas influyentes y consultoras estratégicas. He sido testigo del «detrás de escena» de sus vidas profesionales, entendiendo las complejidades y desafíos únicos que enfrentan las mujeres en su camino profesional.
Mi especialización es identificar y neutralizar los «ladrones de energía» internos y los patrones de mentalidad limitantes que impiden a las mujeres ejercer plenamente su liderazgo, validar sus emociones y celebrar sus éxitos. A través de prácticas probadas y un enfoque personalizado, he ayudado a mis clientas a transformar su mentalidad, fortalecer su autoestima y desplegar su alegría y su brillo.
Si estás lista para transformarte de dentro hacia afuera estoy acá para acompañarte.
Spoiler Alert: mi trabajo funciona.
Si no querés abandonar la silla conocida mejor que no te levantes. Cuando quieras volver a sentarte ya vas a estar demasiado lejos.
Pero mejor que te lo cuenten otras mujeres líderes que ya han trabajado conmigo:
"He generado capacidad de agencia para trabajar lo que sea. Dirijo mi vida. Es lo que me interesaba, generar esa capacidad y una buena caja de herramientas para afrontar los retos de mi vida profesional y personal, que son bastantes y complejos.”
“Ahora me siento acompañada. No me juzgo tanto porque veo que muchas estamos en lo mismo. Noto como puedo expresar mejor mis emociones y puntos de vista sin miedo al rechazo”.
“Antes no me permitía enfadarme, ahora tengo mayor libertad para sentir la ira y tengo unos parámetros que son de mucha ayuda para entender lo que me pasa, y cómo comunicarlo. Me siento con una base sólida y segura y eso me da tranquilidad”.
“Antes me sentía culpable al tomar algunas decisiones de trabajo, ahora sé que es lo que debo hacer a pesar de que a los demás les moleste. He notado que me quiero más y que pongo más límites…es brutal”.
“Noto que mi energía física aumentó. Mi sistema nervioso está más vivo. Me doy permiso para equivocarme y cambiar de opinión, aun en frente de las que considero "autoridades". Siento menos miedo.”