Episodio T2x01 – Y parecía fácil…Cuidarse

Aquí estamos retomando el pódcast y estrenando esta segunda temporada. Y lo hacemos con un asunto oportuno a la vuelta de las vacaciones: el cuidado. 

Pero…

¿Por qué empezamos esta temporada desde aquí?

Te lo contamos en este episodio, en el que hablamos sobre:

  • Qué es el cuidado para nosotros, qué no lo es y por qué es tan importante cuidarnos.
  • Los 2 pasos para aterrizar los cambios en los hábitos del cuidado. 
  • En qué se diferencia lo productivo y lo reproductivo según los movimientos ecofeministas.
  • La importancia del autocuidado, el equilibrio de la práctica y su relación con la autocompasión. 
  • Por qué mecanicidad de lo cotidiano tiene que ver con un cauce de un río muy profundo. 

Esperamos que lo disfrutes y te animes a compartirnos tus sensaciones en los comentarios más abajo. 

La importancia del cuidado

En este mito de que el cuidado es una revolución pendiente (que dirían los movimientos ecofeministas), nos hemos dado cuenta de realmente tomarnos en serio los cuidados.

Al igual que de lo que NO son los cuidados, como esa actividad que uno hace al final de los finales con el tiempo sobrante. Y que casi son pequeñas “miguitas” que redundan en nutrir partes internas, como lo que siempre queda al final.

O sea, en el sistema occidental, muy expandido y globalizado en el que vivimos, lo importante es lo productivo y no lo que, desde el feminismo, se llama lo reproductivo.

Es decir, lo que se hace a la luz de los focos es lo productivo (y es lo que se paga, además). Y lo que se hace en la oscuridad de las sombras es lo reproductivo, lo que no debe verse, porque cuando lleguemos a lo productivo ya tiene que estar hecho.

Y, en ese sentido, ahí hay un paradigma que cambiar.

Pero, ¿cómo podemos aterrizar esos cambios?

Estamos en un momento de cambio acelerado y es importante que veamos cómo hacemos cada día para hacer estos cambios.

Y el cambio en relación con la importancia de los cuidados es uno de los cambios fundamentales que necesitamos hacer.

Hay dos anclajes muy concretos:

a. La validación.
b.Y la organización.

El primero es la validación, ya sea externa o autovalidación. Y, sin embargo, es uno de los grandes ejes que se saltan muchas veces.

Vamos a accionar sin haber validado antes. Pero si no lo validamos es difícil que nuestro cerebro sostenga ese intento.

Leer o escribir sobre los cuidados generando opinión.

Hacer un diario con una observación activa de a lo largo del día cuántas veces te topas con algo que alguien cuidó.

Percibir la diferencia entre espacios cuidados y no cuidados y observar cómo se siente el cuerpo en uno y en otro…

Son claros ejemplos de validación.

Y la segunda parte es la organización.

O sea, es validar y luego organizar, porque si no lo organizo, lo que decíamos antes no va a suceder.

Un maravilloso ejemplo (tomado de nuestra mentora Eli Romero, de Más Empresaria), es calendarizar primero los cuidados cuando estamos en un momento de calendarizar.

Y este es uno de los grandes errores.

Cuando no metemos en calendario las tareas de cuidado, vamos con la sensación de frustración permanente de que hemos hecho poco en nuestro trabajo y en nuestras relaciones.

El paradigma como eje que lo cruza todo

Cuando tenemos una creencia tan potente se refleja en todo.

En todas las áreas, en todas las capas de la organización social, tanto interna como externa.

En las profesiones de tipo social no deja de ser una consecuencia de un enfoque clínico, de un enfoque científico dentro de lo que entendemos por ciencia clásica.

De un enfoque newtoniano, por así decirlo.

Donde medimos, trazamos y nos creemos este mito de la objetividad de que nosotros no interferimos a la relación, no interferimos al campo.

Si no que todo lo que tenemos que hacer es hacia el otro.

La disociación como mito

Predomina la creencia de:

“Yo soy una cosa y la otra persona es otra. Y entonces puedo darle todo a esa persona y no darme a mí. No pasa nada”.

No.

O sea, es como si fuesen dos diques de agua. Tiene que estar en equilibrio para que realmente no se seque uno en función del otro.

Y a veces (que se nos olvida que vivimos en una sociedad profundamente traumatizada y que somos individuos exitosamente socializados en el trauma), también en un punto esto tiene mucho que ver con esta defensa del trauma, que es esta disociación.

O sea, ponemos todo el foco afuera. Nos concentramos en la relación con el otro y en lo que va a pasar afuera.

Y nos desconectamos.

Nos olvidamos de nuestras necesidades, de lo que está impactando desde el lugar interno. Nos desconectamos de nuestra presencia.

Y si no generamos:

  • una estructura interna de presencia que nos permita estar en conexión con el dolor que estamos percibiendo y poder tener un termostato activado de cuánto dolor podemos procesar, cuánto dolor podemos digerir y cuánto no podemos digerir, en qué momento está siendo demasiado y necesito retirarno un poco;
  • y herramientas internas que nos permitan autorregularnos o corregularnos como equipo (eso ya sería lo ideal)…

…¿qué podemos hacer?

Pues lo mismo que hemos hecho desde la infancia: activar un sistema de defensa de protección asociado con el trauma, que tiene que ver con la separación.

Y entonces nos mantenemos en esa ilusión.

Claro, evidentemente eso soluciona temporalmente el problema, pero es un daño crónico para nuestra forma de estar en el mundo y para la forma vincular de estar en el mundo.

Recursos mencionados

  • Eli Romero. Más Empresaria. Escuela de negocios digitales para mujeres, cuyo principal objetivo es reformular la manera de hacer negocios para liderar en el mundo empresarial en clave femenina y empoderar a mujeres que quieren liderar su negocio y su vida.
  • Thích Nhất Hạnh, monje budista vietnamita, poeta y activista social.
  • Canción de Las simples cosas, de Mercedes Sosa. 
  • Libro El Perfume, de Patrick Süskind. 
  • Somos Tierra: I Foro Online de Agentes de Cambio. Evento online sobre cómo sostener este cambio planetario desde un sitio más amoroso. Con expertos y expertas de 17 países diferentes sobre la paz, la guerra, el activismo en la curación del trauma y medioambiental.
  • Gonzalo Brito. Director de la formación internacional del Compassion Cultivation Training para países de habla hispana.

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