Hoy compartimos espacio con dos mujeres que adoramos el lugar tan íntimo desde el que crean la narrativa de sus proyectos, los cuales seguimos desde bien cerquita.
Son Elisabeth Palenciano y Pamela Palenciano.
Dos hermanas que viajan juntas en su coche por toda la península, por el proyecto «No solo duelen los golpes”. Un monólogo destinado principalmente a adolescentes, donde a través del humor, el sarcasmo y lo dramático, Pamela relata las violencias sutiles que son “tapadas” por el contexto social. (Puedes ver el monólogo en su canal de Youtube. Te dejamos el enlace más abajo en las notas del episodio)
Y hoy tenemos el placer de charlar con ellas en este episodio, en el que nos cuentan:
- Cuáles han sido los frutos que ha generado el proyecto “No solo duelen los golpes” en los veinte años de su trayectoria.
- La perspectiva de Elisabeth y Pamela respecto a los cambios sociales en el movimiento feminista que han ocurrido en estos últimos veinte años.
- Los términos popularizados en torno a la violencia, su invisibilización y el impacto que generan especialmente en las y los adolescentes.
Lo que puedes escuchar en el episodio
01:29 – Elisabeth y Pamela responden a la pregunta “Y ahora, ¿qué?”
02:57 – De qué trata “No solo duelen los golpes”
05:35 – Lo que ha traído “No solo duelen los golpes”
12:34 – “Lo tóxico”, invisibilización y violencia sistémica
18:59 – Los aprendizajes tras tres temporadas de su pódcast “Y ahora, ¿qué?”
27:33 – Elisabeth y Pamela responden a la pregunta “Y Parecía Fácil… ¿Qué?”
29:29 – Regalo en primicia de Elisabeth
31:30 – Cierre y despedida
Extracto de la conversación
Mariana (Árbol Dúo):
¡Hola, Pamela y Elisabeth! ¡Superbienvenidas! Estamos felices con la sonrisa desde que han llegado. Además de que somos muy fans de vuestro pódcast y de todo el resto del trabajo. Entonces claro, estamos así como fans.
Elisabeth Palenciano:
¡Qué ilusión! Nosotras estamos como… Bueno, no sé tú, hermana, pero yo estoy como nuestra primera entrevista como podcasters.
Pamela Palenciano:
Y como somos fan de vuestro pódcast, que también lo hemos empezado escuchar en el coche, pues es mutuo el hermanamiento.
Juanjo (Árbol Dúo):
Oficialmente aquí hermanamos podcast. Y ahora, ¿qué?
Elisabeth Palenciano:
Pues ahora estamos en procesos las dos. Además, el otro día justo escuchamos vuestro pódcast, el del cambio. Y no parábamos de hacer así, de asentir todo el rato y hablasteis de las transiciones. Entonces y ahora, ¿qué? “Transición”, sería la respuesta.
Pamela Palenciano:
Por mi parte, mi respuesta es y ahora, ¿qué? “Entramos en marzo”.
Es uno de los meses más alto de trabajo de “No solo duelen los golpes». Igual que noviembre, que son dos meses que nos autoexplotamos, porque es cuando más trabajo hay.
Se conmemora el 8 de marzo, el día de las Mujeres Trabajadoras. Todas somos trabajadoras, pero como se reivindica muchas cosas todavía el 8 de marzo. Aunque es verdad que todas las feministas celebramos todo lo avanzado, pero también seguimos reivindicando derechos que nos faltan todavía un montón. Y entonces esa es mi respuesta de ahora que hay mucho curro en marzo.
Juanjo (Árbol Dúo):
Pamela, imagínate que hay alguien de nuestra comunidad o de la vuestra que nos está escuchando desde Latinoamérica. E imagínate que a lo mejor no sabe qué es “No solo duelen los golpes.” ¿Cómo lo cuentas? ¿Qué es esto?
Pamela Palenciano:
Es un monólogo donde hablo de la violencia machista que yo enfrenté de los 12 a los 18 años en mi adolescencia. Es un monólogo que utiliza el humor, el sarcasmo, la ironía, con parte dramática, como teatro que es.
Pero trata de, a través del humor, sobre todo reflexionar de que la violencia no son solo los golpes.
Entonces hablo de todas las violencias sutiles, la que hemos nombrado toxicidad o grados de comportamiento intensos, es violencia.
Alrededor de la violencia hay mucho taparlo y decir que la violencia son los golpes. Y es hace 20 años cuando yo empecé, estaba claro que queríamos desmontar eso y ha vuelto otra vez hacia atrás.
Entonces de eso va el monólogo.
Y mi hermana es mi hermanager, es una palabra que ella se inventó. Donde no solo es mi hermanager, sino que es una de las personas que me acuerpa. Me acuerpa Laura Pacas. Y mi amiga Flor, qué está en la producción ahora.
Y para poder yo sostener y contar esto tantas veces al día y tantas veces al mes que lo cuento, si no tengo un equipo que me acuerpe, ni yo ni nadie podríamos contar esto.
De eso va el proyecto.
Entonces, viajamos mucho.
Elisabeth Palenciano:
“No solo duelen los golpes” está en YouTube, para quien esté en Latinoamérica, que no tenga oportunidad de verlo en la península, lo podéis ver en el canal de YouTube de mi hermana, de Pamela Valenciano.
Además, la última versión que hay es con adolescentes, que es con lo que más trabajamos nosotras.
Nosotras vamos por toda la península con el coche, que de ahí nace el pódcast, yendo sobre todo a institutos con el monólogo, porque al final es una herramienta en el teatro.
Contar su historia para poder ayudar a que muchas chicas y chicos no pasen por lo que mi hermana pasó con esa edad, con 15-14 años.
Es una herramienta para prevenir y para coeducar.
Entonces, al final trabajamos mucho con adolescentes.
También hacemos funciones por la península para público general, pero nuestro público favorito son los y las adolescentes.
Juanjo (Árbol Dúo):
Por cerrar al menos un poquito esa parte, “No solo duelen los golpes”, que ya lleva unos añitos existiendo y caminando…
Elisabeth Palenciano:
20 años. Este año estamos celebrando los 20 años de mi hermana.
Juanjo (Árbol Dúo):
Madre mía, qué juventud, o sea, ¡qué esplendor de obra! ¿Cuáles han sido los frutos? Caminando ella sola con 20 añitos, ¿qué ha generado, qué ha traído, qué ha abierto?
Pamela Palenciano:
Ha abierto puertas, ventanas, caminos, resiliencia, sanación, tanto personal como colectiva. Porque el ritual del teatro sabes que es muy mágico, que es muy “aquí y ahora”. Y la gente que está enfrente, aunque se incomode y no le guste, algo le toca y le hace reflexionar.
Entonces, han pasado cosas maravillosas. Han pasado cosas muy feas también, que ha traído cola con denuncias y con acoso, con intimidación, con esta violencia política de que tanto hablamos ahora del Ministerio de Igualdad, esta violencia política que muchas activistas enfrentamos.
Pero yo me quedo en 20 años con lo positivo que ha sido el crecimiento personal y colectivo de miles de personas, porque han sido miles, no quiero decir la cantidad porque no sé, o sea, yo en 2014 perdí la cuenta, pero eran como 3000 y pico representaciones. Habrá muchas más que dejé de contar.
Mariana (Árbol Dúo):
Bueno, yo agradezco mucho que los compartas en tu Instagram. Porque claro, al final es muchas veces cuando hacemos ese trabajo y trabajamos en institutos, o en lugares así, es como que eso se queda para quien está siendo la experiencia.
Y me parece tan importante que una y otra vez estés mostrando hasta qué punto es ese impacto.
Y en ese sentido, este episodio en torno al 8 de marzo y claro, en todo el tiempo escuchamos mucho últimamente esto de:
“Bueno, pero ya está, ¿no? Ya está, ya hemos logrado, ya está, ahora ya hay igualdad. Empecemos a pensar en otra cosa.”
Y obviamente que hay muchísimo que se ha movido. Pero, esa sería la pregunta: ¿Qué cambios has visto en estos 20 años? Porque al final han pasado 20 años, pero seguís viendo a chicos y chicas de 14, 15, 16… ¿Qué ha cambiado? ¿Ha cambiado tanto?
Pamela Palenciano:
Hasta el 2017 todo fue a mejor. Desde hablar de violencia doméstica, pasamos a la violencia de género. De violencia de género a violencia machista. De violencia machista a violencia patriarcal.
Hubo como un avance en la palabra, en el discurso.
De 2017 para acá hay un retroceso. Un retroceso muy grande vinculado con la ultraderecha a nivel internacional y del discurso neoliberal de lo que mi hermana acaba diciendo que ella se traga los mensajes feos y que ve mucho youtuber, que me atacan.
Entonces, una cosa es que el feminismo no te guste o que no entiendas ese “qué cansina soy” y otra cosa es que tu discurso sea antifeminista. Cambia mucho.
Elisabeth Palenciano:
Sí, yo con respecto a eso que dice mi hermana, cuando ella empezó a hacer el monólogo yo era muy pequeña.
Para mí, que mi hermana hablase de violencia machista era como qué era como “¿qué me está contando esta señora?”
Y me acuerdo que yo, por tener la hermana que tenía, fui de las primeras niñas en mi clase que se llamó a sí misma feminista. Y los demás niños me miraban mal y tal.
Sí que veo que ahora hay como algo muy bueno, que lo vemos en su hija, en mi sobrina, que hay como un rollo con las adolescentes de que se empoderan y tienen ahí como esta cosa de autocuidarse y de no dejar que pasen ciertas cosas que antes permitíamos.
Pero, por otro lado, como dice mi hermana, hay una plataforma de señores que están teniendo (y señoras también) un discurso muy antifeminista que está calando mucho en los jóvenes.
Entonces estamos en un momento bastante convulso en estos momentos. Yo agradezco haber entrado al feminismo en el momento que entré, porque creo que si hubiese entrado ahora estaría muy confundida.
Si yo ahora tengo 14 años y veo el feminismo, estaría muy confundida porque los mensajes son contradictorios, son completamente opuestos. Por un lado, lo que tú decías «si ya tenéis mucho conseguido», pero, por otro lado, es como «es que hay mucho por conseguir» y ahí se mezcla también la división que hay en el feminismo y todo eso.
Mariana (Árbol Dúo):
Claro, bueno, ese es el otro temazo en este momento.
Bueno, en un punto yo es que soy enfermizamente positiva. No positiva, pero sí, siempre me gusta decir eso, como dice Paulo Freire, “esperanzada del verbo esperanzar, no del verbo esperar”.
Y entonces, como siempre estoy en la acción, creo que a mí me suena como a dolores de parto. Como este lugar de, venga, hemos crecido, crecido, crecido, nos hemos movido hasta aquí y ahora hay un choque fuerte que está hablando de que hay algo que necesita salir a la superficie que todavía no se nos ha ocurrido y que es necesario dejar nacer.
Que no va a ser la cosa de quién gana, sino cuál es esa tercera manera que necesita salir a la superficie y todavía no sabemos cómo es. Porque en realidad forma parte de lo que estamos creando juntas y juntos y juntes.
Elisabeth Palenciano:
Está claro, como tú dices, que nosotras tenemos días obviamente malos y obviamente hay días que mi hermana intenta que el último de la fila preste atención, que entienda el monólogo y tal.
Hay días que lo consigue y hay días que no.
Pero sí que, como tú, somos positivas. En el sentido de que si no viéramos que esto tiene fruto, ya hacía tiempo que habríamos dicho mira, dediquémonos a otra cosa, ¿sabes?
Juanjo (Árbol Dúo):
Con esto que decíais antes, lo comentaba antes Pamela y habíamos escuchado uno de los episodios, se titulaba justamente así: No es tóxico, es violencia.
Decíais en el episodio que se ha popularizado mucho esto de hablar de violencia.
A veces a nosotros tampoco es que nos encante el término. Se ha popularizado mucho hablar de lo tóxico. No es que nos encanta el término, pero es verdad que en el paralelismo, según en qué contexto, por el paralelismo con una aparentemente mayor sensibilidad ecológica, lo de lo tóxico, uno parece como que entiende rápidamente que bueno no es.
Y es como, oye, esto parece que bueno no es, porque se carga a lo que pilla, ¿no?
Pero desde esta cosa que como muy interesante estar atentas y que no se esconda la violencia detrás de otras cuestiones, ¿qué diríais que remarcaríais en torno a estas distinciones que hacéis vosotras de “oye, esto no es tóxico, esto es violencia”, no? ¿Qué pasa con todo ese proceso?
Pamela Palenciano:
Todo el mecanismo del “Gaslightning”, que es como nombrar un tipo de violencia psicológica que es tortura al final, porque esa película de Ingrid Bergman se ve como el tío de la tortura.
El llamarlo “Gaslighting”, como para señalarlo en tipificarlo dento de la violencia psicológica es complejo.
Ponerle nombres que suenan como poesía, suenan suaves porque luz de gas no suena algo peligroso.
De ghosting por el móvil cuando tu pareja te tortura en no contestarte, llamarle fantasma.
Es que como palabras que alejan y lo tóxico igual.
Como no hay golpes, como no hay insulto, es como en ese silencio asesino que yo le puse el nombre hace 20 años a eso que me hacía mi maltratador, que es, digamos, un comportamiento tóxico. No.
Es que llamar la palabra tóxica cuando investigas sobre ella de donde viene tiene una intención desde la psiquiatría y la psicología de seguir también como tapando lo que las feministas hemos nombrado como violencia a lo que se nos llama exagerada.
Es que cualquier cosa es violencia, cualquier cosa es machismo. Y es como si es que en un sistema desigual en que vivimos, donde rico, pobre, blanco, otra raza, hombres, mujeres, cis trans… Donde hay un mundo en esa desigualdad que no nos ha hecho diferentes, sino desiguales, es complejo hablar de toxicidad.
A lo mejor, de aquí a 20 años que hayamos conseguido más igualdad con este 8 de marzo, podemos decir “mira, pues eso es tóxico”. Pero más adelante, ahora mismo no.
P.D. RECORDATORIO: esto es tan solo un pequeño extracto de nuestra charla con Elisabeth y Pamela. Puedes escuchar el episodio al completo en la parte superior de esta misma página o en cualquiera de estas plataformas de pódcast: Spotify, iVoox, Apple Podcasts o YouTube.
Recursos mencionados
- Paulo Freire.
- Monólogo No solo duelen los golpes.
- Pódcast Y ahora, ¿qué?
- Laura Pacas.
- Episodio de pódcast “No es tóxico, es violencia.”
- Países Pobres, Países Ricos. J.L.Zimmerman.
- Pódcast LocaYo, con Mai Insua y Tais Álvarez.
- Episodio de pódcast “Amistad entre mujeres”.
- Voz introducción: Eva Guillamón. Actriz, docente, intelectual, fotógrafa, cantante y escritora. En su ecosistema se imponen la música y la poesía, sea como se llame la profesión que se apoya por igual en el canto y la palabra. Puedes conocerla mejor en su Instagram y su web.
- Música: Francisco J. Hernández. Biólogo y artista plástico con una reconocida carrera en el campo de la Ilustración científica y de naturaleza. Músico de corazón, indígena asombrado del siglo XXI y, sobre todo, un hermoso hombre árbol. Puedes conocerlo mejor en su Instagram y su web.